jueves, 16 de abril de 2015
Por: Verónica Sukaczer
La Logogenia es un método de desarrollo de la competencia lingüística en niños sordos, creado por la lingüista ítalo-mexicana Bruna Radelli. Basándose en la teoría innatista de Chomsky, Radelli trató de responder algunas cuestiones que preocupan a los educadores: ¿por qué los niños sordos no entienden lo que leen? ¿Por qué tantas veces fracasan en sus estudios? Radelli concluyó que los niños sordos no entienden lo que leen porque no han podido adquirir su lengua como lo hacen los demás niños: escuchando hablar.
La lengua es una capacidad biológica con la que nacemos todos los seres humanos, y que se activa durante los primeros años de vida. Desde el nacimiento, el niño escucha hablar a los adultos a su alrededor, y así adquiere las reglas de su lengua, su gramática . Cuando comience a hablar, lo hará utilizando las palabras que ya conoce pero formando oraciones que nunca antes ha escuchado.
Un niño dice correctamente: "dame la leche" y no: "leche la dame", aunque las palabras sean las mismas y nadie le haya enseñado cuál es el orden que corresponde.
Los niños sordos, en cambio, aprenden el vocabulario, aprenden a leer y escribir, pero no han logrado adquirir su lengua. Ello provoca que no comprendan la diferencia entre:
"El perro mordió al niño", y "El niño mordió al perro"
O entre:
"Dame un libro", y "Dame ese libro".
Ya que es la gramática, y no el vocabulario el que otorga significado.
La Logogenia aparece para cubrir este déficit. Porque la sordera, más que un problema de audición, es un problema lingüístico. Como el niño no entiende lo que lee, no lee. Y como no lee, se le dificulta aprender. La lectura es la herramienta cognitiva más poderosa con la que contamos los seres humanos. Y para leer, no hace falta oír.
¿Cómo proceder, entonces? La Logogenia reemplaza el canal auditivo (oír) por el visual (ver), y lo que el niño no escucha, se lo muestra por escrito. A través de diferentes ejercicios, acciones, juegos, el logogenista le va mostrando al niño la lengua en forma escrita. En las clases de Logogenia todo se hace a través de la escritura. Por eso no importa si el niño está oralizado o se comunica a través de la lengua de señas. No es tarea de la Logogenia trabajar sobre la competencia comunicativa del niño, sino sobre su competencia lingüística.
Cuando el niño pueda leer y comprender en forma autónoma cualquier texto acorde a su edad, tal como lo hacen los otros niños que escuchan, la tarea del logogenista estará cumplida.
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